Aunque hay personas que afirman no disfrutar de la música, la respuesta a esta pregunta es un definitivo “no”. Efectivamente, no es posible vivir sin música pues ella es un elemento imprescindible en la vida de las personas, ya que alegra las mañanas, condimenta las celebraciones, marcando momentos de la vida.
Algunos estudios que se han realizado sugieren que escuchar música mientras se hace ejercicios puede lograr que se aumente el rendimiento. Aprenderse las canciones favoritas se convierte en un desafío que es llevado a cabo por muchas personas. De hecho, el repetir de forma constante un tema musical agradable, aparte de ser muy placentero, es una forma excelente para ejercitar la memoria.
Son muchos los estudios que afirman que la música tiene una estrecha relación con la capacidad de recordar. Es más, si se escucha un tipo de música en el instante que se está aprendiendo algo nuevo y posteriormente se vuelve a escuchar esa misma canción, los recuerdos relacionados con lo estudiado serán mejores.
La música genera felicidad
El poder escuchar una canción que se disfruta, hace que se incremente la producción de dopamina en el cerebro, que es un neurotransmisor conocido como “la hormona de felicidad” que se encarga de enviar señales de extremo placer a todas las partes del cuerpo.
Cuando se está escuchando una música agradable, ésta hace que la persona se sienta muy bien, facilitando ese estado mental que permite usar de una forma mucho más eficaz los recursos.
Conociendo la influencia que la música llega a ejercer en las personas, queda claro que es una herramienta se puede utilizarse en beneficio propio. Esto incluye aumentar la vitalidad mientras se practica un deporte para así mejorar el rendimiento, para lograr tranquilidad y reducir la ansiedad y el estrés, para comenzar a hacer ese trabajo que nos ha costado tanto hacer porque da pereza, o simplemente para disfrutar de escucharla.